miércoles, 18 de marzo de 2020

Síntesis de los Inicios del Teatro Argentino


Historia del Teatro Argentino (de 1840 a 1930)


Inicios del Circo Criollo: Sebastián Suarez nace en una fragata que viaja desde Brasil hasta Argentina, (en épocas de que los europeos emigraban al continente americano luego de la segunda guerra mundial, 1840).  Su familia se instala en Buenos Aires y allí de niño conoce el Circo Olímpico de Juan Lipolis, donde queda admirado con esa carpa y las habilidades que en ella se desarrollaban. Al crecer Sebastián Suarez funda el primer Circo Criollo Argentino llamado “Circo Flor América”.

La familia Podestá: A principios del siglo XIX, Pedro Podestá y María Teresa Torterolo emigran de Europa en busca del sueño americano. La familia se agranda y comienzan a desarrollar sus destrezas como forma para sobrevivir. Conformaron una compañía, armaron una carpa y salieron a recorrer de pueblo en pueblo con sus espectáculos, dando inicio al teatro argentino.

El género chico y el Sainete: Con la llegada de los inmigrantes europeos, se destacan los  españoles que trajeron el “Sainete”, y los italianos el “Grotesco”.

Sainete: En el año 1700 en España, existía el Sainete, que era un acto de corta duración y su función era de entretenimiento, se usaba como entre medio de las obras principales. Su característica era de bromas populares, con cantos y bailes.

Sainete Criollo: En Argentina, a inicios del 1900, (el sainete en España estaba en decadencia), y aquí florece el Sainete con características propias, es por esto que se llama “Sainete Criollo”. En sus representaciones mostraban la vida de los diferentes inmigrantes y paisanos en los conventillos, haciendo uso del nuevo lenguaje del “Lunfardo”, y sin descuidar la parte de habilidades del circo. El Sainete Criollo logró ser la voz del sentir popular.
Surgen nuevos escritores argentinos en tiempo del Sainete Criollo, tales como Enrique García Velloso, (fundador de la Sociedad de Autores Dramáticos, que más tarde se convertiría en lo que hoy conocemos como “Argentores”),
Luego en 1929 se destaca el autor Alberto Vacarezza, con su obra El Conventillo de la Paloma.  Carlos Mauricio Pacheco que escribió la obra Los Disfrazados.

Inicios del Grotesco: Desde 1870 hacia 1880 el tema de la inmigración se transforma en un problema porque se produce un fenómeno masivo que se dio a conocer como ‘aluvión inmigratorio’. En su etimología el vocablo grotesco procede de cryota (latín) y este de kripté (griego) y equivale  a bóveda subterránea; es de observar cómo esa interioridad se refiere asimismo a las manifestaciones más inquietantes del nuevo teatro: el grotesco como especie teatral.

Para Argentina (de rico litoral pampeano y fluvial), significó su inserción en el orden mundial como productora de carne, lana y cereales, destinados exclusivamente a los mercados ingleses. Este despliegue económico impuso la creación de transportes para llevar la mercadería al puerto (ferrocarriles), obras de infraestructura e impulsó actividades urbanas conectadas con el sector agroexportador. Pero en lugar de llegar mano de obra especializada inglesa, llegó una masa de campesinos y obreros de Europa, en su mayoría españoles e italianos; que supuestamente se iban a concentrar en zonas rurales; pero se instalan en la ciudad de Buenos Aires  en un 50%. Así criollos y gringos (inmigrantes), se transforman  en compañeros de penurias.  El gaucho empobrecido  emigra a los suburbios de la ciudad y  comparten con los inmigrantes “los conventillos”. 
 La lengua sufrió diversos cambios, entre locales y recién llegados surge una media lengua mezcla de su idioma  y castellano “El Lunfardo”, que se utiliza como efecto cómico en el teatro de la época.

El Grotesco Criollo: Dos italianos recién llegados de Nápoles, Armando Discépolo y su hermano Enrique, se unen a ésta nueva  cultura. Armando Discépolo conoce a Los Hermanos Podestá con quienes logra su primer gran éxito con su obra “Entre el Hierro”. Luego continúa con Mateo escrita en 1923, con la influencia de Luigi Pirandello. Otras de sus producciones fueron Stéfano, Mustafá y Muñeca. Se destacó por su forma de escribir, que sin renunciar al humor supo plasmar el pesimismo, el sueño de los pobres,  a modo de tragicomedia porteña, dando lugar al nacimiento del “Grotesco Criollo”.  

Según Pacheco, dramaturgo, autor y director de sainetes de la época,  el pueblo tiene "ansia perenne de risa". Dado que la vida cotidiana tiene momentos tristes, trágicos estas cuestiones necesitan ser compensadas con el arte. (El teatro es un fenómeno de origen popular, accesible y representa los conflictos del contexto histórico en el que surge; es así que por estas problemáticas de convivencia, miseria, hacinamiento entre otras, ocurre este tipo de teatro).

La Epoca de Oro del Teatro Argentino: El período se inicia a principios del siglo XX hasta mediados del siglo, con el Teatro Independiente. Roberto Payró, Gregorio de Laferrére, Florencio Sánchez, se destacaron por su gran  convocatoria de público.

Teatro Independiente: nace con Leónidas Barletta en 1930 que funda el “El Teatro del Pueblo”, (primer teatro independiente de buenos aires). Allí se estrenan obras tales como las de Roberto Arlt,  “Saverio el Cruel”, “La Isla Desierta”, “300 Millones”. También cabe mencionar obras de Aurelio Ferretti y Armando Discépolo.

martes, 17 de marzo de 2020

Para qué sirve estudiar el Teatro ???

¿Para qué sirve el Teatro 
y qué cosas  se  estudian en la Escuela ???

-El Teatro sirve para estudiar nuestra Conducta humana, (y las diferentes formas de interpretar lo que ve y observa a su alrededor, tales como sus propios razonamientos, reacciones, emociones, sentimientos, impulsos, sus gestos, expresiones y sobre todo  enseña a descubrir sus propias capacidades para usar la acertiva manera de solucionar los diferentes conflictos).

-Descubrirse a sí mismo, (es un desafío  a la toma de conciencia de sus propias capacidades y a la infinidad de posibilidades para enfrentar los diferentes obstáculos que la vida te regala. Para medir el éxito por medio de las dificultades resueltas por sí mismos).

-Aprender a expresarse, (con el cuerpo, con gestos, con sonidos, con danzas, con cantos, con palabras), trabajando la atención y la concentración, con disciplina y respetuosamente.

-Aprender a investigar, a contar una historia, a hablar sin miedo, a presentarse en una audiencia de trabajo en alguna empresa.

-Aprender a moverse en un escenario, (a manejarse fluídamente frente al público, encontrando la  seguridad de sí mismo, y a conocer el significado de las expresiones corporales y gestuales).

-Conocer su propio estado de ánimo, y a usar sus propias estrategias con sus expresiones para lograr sus objetivos.

-Concentrarse, observar y escuchar al otro, para entablar un diálogo con gestos, expresiones, y/o palabras.

-Se aprende a respirar correctamente, a manejar y proyectar su energía y su voz, a conocer cada parte y todas las posibilidades de movimiento de su propio cuerpo.

-Aprender a trabajar en grupo y en equipo, valorando la responsabilidad de cada uno en su tarea.

-Desarrollar la imaginación, buscar posibilidades creativas y originales en todo aspecto en la acción hasta convertirlo en arte.

Aprender a desarrollar las percepciones, la sensibilidad de los sentidos, a decodificar y producir expresiones significativas y simbólicas.

-Aprender a ser más humano, haciendo uso de la empatía, que significa ponerse en el lugar del otro, sin juzgarlo, (como hacen los actores, que se visten la piel de otro personaje, abandonando su ego y su realidad).

-Además aprender a diferenciar las variadas técnicas y métodos de los diversos maestros de actuación, estrategias del actor, las distintas historias del teatro, a escribir dramaturgias, a armar producciones teatrales y a divertirse en la actuación del juego de ficción, convirtiéndose en un personaje.