Historia del Teatro Argentino (de 1840 a 1930)
Inicios del Circo Criollo: Sebastián Suarez nace
en una fragata que viaja desde Brasil hasta Argentina, (en épocas de que los
europeos emigraban al continente americano luego de la segunda guerra mundial,
1840). Su familia se instala en Buenos
Aires y allí de niño conoce el Circo Olímpico de Juan Lipolis, donde queda
admirado con esa carpa y las habilidades que en ella se desarrollaban. Al
crecer Sebastián Suarez funda el primer Circo Criollo Argentino llamado “Circo
Flor América”.
La familia Podestá: A principios del
siglo XIX, Pedro Podestá y María Teresa Torterolo emigran de Europa en busca
del sueño americano. La familia se agranda y comienzan a desarrollar sus
destrezas como forma para sobrevivir. Conformaron una compañía, armaron una
carpa y salieron a recorrer de pueblo en pueblo con sus espectáculos, dando
inicio al teatro argentino.
El género chico y el Sainete: Con la llegada de los
inmigrantes europeos, se destacan los españoles
que trajeron el “Sainete”, y los italianos el “Grotesco”.
Sainete: En el año 1700 en
España, existía el Sainete, que era un acto de corta duración y su función era
de entretenimiento, se usaba como entre medio de las obras principales. Su
característica era de bromas populares, con cantos y bailes.
Sainete Criollo: En Argentina, a inicios del 1900, (el sainete
en España estaba en decadencia), y aquí florece el Sainete con características
propias, es por esto que se llama “Sainete Criollo”. En sus representaciones
mostraban la vida de los diferentes inmigrantes y paisanos en los conventillos, haciendo uso del nuevo lenguaje del “Lunfardo”, y sin
descuidar la parte de habilidades del circo. El Sainete Criollo logró ser la
voz del sentir popular.
Surgen nuevos
escritores argentinos en tiempo del Sainete Criollo, tales como Enrique García
Velloso, (fundador de la Sociedad de Autores Dramáticos, que más tarde se
convertiría en lo que hoy conocemos como “Argentores”),
Luego en 1929 se
destaca el autor Alberto Vacarezza, con su obra El Conventillo de la
Paloma. Carlos Mauricio Pacheco que
escribió la obra Los Disfrazados.
Inicios del Grotesco: Desde 1870 hacia 1880 el tema de la inmigración
se transforma en un problema porque se produce un fenómeno masivo que se dio a
conocer como ‘aluvión inmigratorio’. En su
etimología el vocablo grotesco procede de cryota (latín)
y este de kripté (griego)
y equivale a bóveda subterránea; es de
observar cómo esa interioridad se refiere asimismo a las manifestaciones más
inquietantes del nuevo teatro: el grotesco como especie teatral.
Para Argentina (de rico litoral pampeano y
fluvial), significó su inserción en el orden mundial como productora de carne,
lana y cereales, destinados exclusivamente a los mercados ingleses. Este
despliegue económico impuso la creación de transportes para llevar la mercadería
al puerto (ferrocarriles), obras de infraestructura e impulsó actividades
urbanas conectadas con el sector agroexportador. Pero en lugar de llegar mano
de obra especializada inglesa, llegó una masa de campesinos y obreros de
Europa, en su mayoría españoles e italianos; que supuestamente se iban a
concentrar en zonas rurales; pero se instalan en la ciudad de Buenos Aires
en un 50%. Así criollos y gringos (inmigrantes), se
transforman en compañeros de penurias. El gaucho empobrecido emigra a los suburbios de la ciudad y comparten con los inmigrantes “los
conventillos”.
La lengua sufrió diversos cambios, entre
locales y recién llegados surge una media lengua mezcla de su idioma y castellano “El Lunfardo”, que se utiliza
como efecto cómico en el teatro de la época.
El Grotesco
Criollo: Dos italianos recién llegados de Nápoles,
Armando Discépolo y su hermano Enrique, se unen a ésta nueva cultura. Armando Discépolo conoce a Los
Hermanos Podestá con quienes logra su primer gran éxito con su obra “Entre el
Hierro”. Luego continúa con Mateo escrita en 1923, con la influencia de Luigi
Pirandello. Otras de sus producciones fueron Stéfano, Mustafá y Muñeca. Se
destacó por su forma de escribir, que sin renunciar al humor supo plasmar el
pesimismo, el sueño de los pobres, a
modo de tragicomedia porteña, dando lugar al nacimiento del “Grotesco
Criollo”.
Según Pacheco, dramaturgo, autor y director de sainetes de la
época, el pueblo tiene "ansia perenne de risa". Dado
que la vida cotidiana tiene momentos tristes, trágicos estas cuestiones
necesitan ser compensadas con el arte. (El teatro es un fenómeno de origen
popular, accesible y representa los conflictos del contexto histórico en el que
surge; es así que por estas problemáticas de convivencia, miseria,
hacinamiento entre otras, ocurre este tipo de teatro).
La Epoca de Oro del Teatro Argentino: El período se inicia a principios del siglo XX hasta mediados del
siglo, con el Teatro Independiente. Roberto Payró, Gregorio de Laferrére,
Florencio Sánchez, se destacaron por su gran
convocatoria de público.
Teatro Independiente: nace con Leónidas Barletta en 1930 que funda el “El Teatro del
Pueblo”, (primer teatro independiente de buenos aires). Allí se estrenan obras
tales como las de Roberto Arlt, “Saverio
el Cruel”, “La Isla Desierta”, “300 Millones”. También cabe mencionar obras de
Aurelio Ferretti y Armando Discépolo.